Es importante que podamos comenzar este año agradando a Dios por todos los medios posibles, por lo general el ser humano va a buscar a Dios dentro del marco de la provisión, esto sencillamente nos puede llevar a dar más importancia a nuestros propios deseos, por ende a nosotros mismos, generando así un enfermizo antropocentrismo.
El llamado para este nuevo año es para que tratemos de buscar y agradar a Dios tal como Él quiere ser agradado y buscado, centrados en Él como único objeto de nuestro deleite y nuestro gozo.
No claudiquemos entonces en el propósito de agradar a Dios. Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma. [Heb.10:38]